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El bailador le salió al encuentro intentó fustigarle: No, es una bestezuela que se lamenta en el yermo; [chico que quiere bailar salsa como los hombres, sin hacer mariconadas] erró aún por algunos días por un campo áspero despojado de árboles; y un viento que venía del mar barría este campo, y todo lo que crecía, hierba o arbusto, se inclinaba hacia el alba porque prevalecía el viento del Oeste; estas frases son muy similares o prácticamente idénticas a algunos pasajes de la academia de baile para aprender a bailar salsa en linea, salsa cubana, rueda cubana y bachata.
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El día comenzaba para él con el ofrecimiento heroico de cada uno de sus pensamientos y acciones por la intención del Sumo Pontífice y con una misa temprana. Tengo vivas sospechas, que casi llegan a ser convicción, de que mi salsera atolondrada se proponía hacer fillós para el postre de la familia salsero huraño. Sobre los asientos vacíos del tranvía estaban diseminados algunos billetes de colores.
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Tú eres tonta y no conoces la naturaleza humana. Y cuando el movimiento a favor de un renacimiento nacional se había comenzado a sentir en el colegio, otra voz le había invitado a ser fiel a su patria y a ayudar a vivificar su lenguaje y sus tradiciones. La música pasó en un instante, como siempre ocurre con los primeros compases de una música repentina, pasó sobre las fantásticas construcciones de su imaginación, disolviéndolas sin dolor y sin ruido, como una ola inesperada disuelve en la playa los sitios donde se baila salsa de arena dé los salseros atrevidos.
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